Descripción
La baraja española se constituye de diez cartas para cada uno de los cuatro palos que la forman, habiendo en total 40 naipes (también las hay con 48 o 50, si incluye comodines). En esto no dista mucho de la baraja tradicional de poker. No obstante hay ciertas características y/o curiosidades que la hacen única.
En la baraja española, los palos son oros copas espadas y bastos.
Representan los diferentes sectores sociales en los que se dividía la sociedad feudal, siendo los bastos representantes del pueblo, las copas del clero, las espadas del ejército y los oros de la realeza.
La equivalencia de los palos de la baraja española y la francesa es esta:
En esta baraja las cartas con el valor 10, 11 y 12, son llamadas sota, caballo y rey, respectivamente.
La baraja española tradicional no tiene ni ochos ni nueves, aunque las podemos encontrar que sí que los tengan. En principio, para jugar a poker, vendría bien que los tuviera, aunque de no ser así, se añade una regla que permita que una escalera pueda pasar del siete a la sota y todo arreglado.
El marco que envuelve la figura en la carta, tiene divisiones o cortes en su línea, para poder identificar a qué palo pertenece sin apenas levantar el naipe. Los oros no tienen divisiones, las copas tienen una, las espadas dos y los bastos tres.
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