En este libro el autor muestra cómo la Filosofía o las ciencias filosóficas tales como la Metafísica, la Antropología, la Ética y la Poiética contienen los principios de la estructura fundamental de la misma. Es por eso que aborda el tema de la comunicación humana al igual que la semiótica y la estética tomando como punto de partida el ser; para seguir con el conocimiento de la vida humana y de la comunicación, porque considera que sólo de este modo se puede tener un acercamiento más real a estas disciplinas. La obra se propone volver al ser, pues sólo desde éste es posible concluir la importancia de la relación del ente con el entendimiento y la voluntad humana. Urge volver al ser y a la verdad que el hombre tiene la capacidad de conocer y amar, sentir y gozar en el esplendor del acto de los entes que se conoce como belleza. El ser es perfecto y por lo mismo bello, y el hombre es el ente capaz de conocer e incluso transformar el mundo en aras de una mayor perfección, comunicándole la perfección que él ya ha adquirido mediante el cultivo o el desarrollo de todas sus potencialidades o capacidades. El autor invita a considerar a la Filosofía como el cultivo y desarrollo de todas las virtudes del hombre para que de este modo pueda comunicar todas las perfecciones, porque sólo mediante la formación integral y plena el hombre podrá alcanzar el bien común y por ende la felicidad.